Print

La lección de democracia del presidente Hugo Chávez
By Salim Lamrani
Global Research, February 27, 2009
27 February 2009
Url of this article:
https://www.globalresearch.ca/la-lecci-n-de-democracia-del-presidente-hugo-ch-vez/12485

El presidente Hugo Chávez acaba de dar una lección de democracia a sus detractores otra vez. El 15 de febrero de 2009, por decimoquinta vez en diez años, los venezolanos fueron llamados a las urnas, esa vez para pronunciarse sobre la enmienda constitucional que anulará la limitación de mandatos del presidente, los alcaldes, los diputados y los gobernadores.1 Por decimocuarta vez en un decenio, los electores demostraron su apoyo al líder bolivariano expresándose el 54,86% a favor de la enmienda que permitirá a Chávez presentarse de nuevo en 2012.2

Ningún presidente latinoamericano goza de una legitimidad democrática tan demostrada como la del dirigente venezolano. La participación en el referéndum fue masiva, llegando al 70%. Con respecto al fracaso de diciembre de 2007, cuando la reforma constitucional (69 artículos), mal explicada, fue rechazada por una ínfima minoría de un 50,7%, el gobierno venezolano ganó cerca de dos millones de votos, reforzando su popularidad.3

A pesar de las quejas y las acusaciones de fraude por parte de la oposición, una vez más el escrutinio fue alabado por la comunidad internacional por su transparencia.4 El Grupo de Río, que agrupa a 33 naciones del continente americano, calificó el referendo de «nueva expresión de civismo y se felicit[ó] del ejercicio democrático» de los venezolanos, subrayando al mismo tiempo «la amplia participación política».5 Estados Unidos también saludó un proceso «consecuente con los principios democráticos» y declaró su voluntad de «mantener una relación positiva» con Caracas.6 Frente a todo ello, la oposición no tuvo más remedio que admitir su derrota.7

El presidente Chávez, por su parte, se alegró de la victoria: «Hoy ha ganado la verdad contra la mentira, ganó la constancia de un pueblo», refiriéndose a la campaña mediática de la oposición. «Sale fortalecido el socialismo bolivariano ante el mundo», añadió.8

En efecto, la oposición y los medios occidentales han desarrollado una campaña de desprestigio contra las autoridades venezolanas acusando a Hugo Chávez de querer convertirse en «presidente vitalicio», y se han olvidado de que en democracia es el pueblo quien tiene la última palabra. Desde luego, las multinacionales de la información se guardaron de señalar que en numerosas democracias occidentales la limitación de mandatos no existe. Tampoco consideraron necesario recordar que los venezolanos tienen la posibilidad de revocar a su presidente a medio mandato si su política resulta insatisfactoria, realidad inimaginable en Occidente.

En diez años de poder, Hugo Chávez ha emprendido reformas económicas y sociales espectaculares que han mejorado singularmente el nivel de vida de las categorías más vulnerables de la población, ha dotado de soberanía política y económica a su país, ha infundido un sentimiento de dignidad nacional a sus ciudadanos, ha dado una estatura internacional a Venezuela, cuyo prestigio no deja de crecer en el Tercer Mundo, ha agrupado a una gran parte de las naciones latinoamericanas en torno a la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), un proyecto emancipador e integrador, y ha hecho de la solidaridad hacia los más necesitados el principio fundamental de su política exterior. He aquí brevemente las raíces de la popularidad del líder venezolano.9

No obstante, Hugo Chávez tiene que enfrentar al menos cuatro retos mayores todavía: la bajada del precio del petróleo del cual depende la economía venezolana, la tasa de criminalidad, que aunque ha bajado sigue siendo un problema serio, la inflación todavía alta, un nivel de corrupción relativo pero presente en algunas esferas del poder y sobre todo una oposición que se niega a prestarse al juego democrático multiplicando las campañas mediáticas de desinformación cuya eficacia es innegable. Pero el escrutinio del 15 de febrero ilustra la confianza de los venezolanos en su presidente para hacer frente a estos obstáculos y proseguir su política de construcción de una alternativa al neoliberalismo salvaje en la que el ser humano se ubica en el centro del proyecto de sociedad.

Revisado por Caty R.

Notas

1 Artículos 160, 162, 174, 192 et 230 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

2 Casto Ocando, «Chávez gana el referendo», El Nuevo Herald, 15 de febrero de 2009; Agencia Bolivariana de Noticias, «El 15F se impuso la fuerza socialista del pueblo», 19 de febrero de 2009.

3 Pascual Serrano, «Aceptar a Chávez», Público, 18 de febrero de 2009; Maurice Lemoine, «Le Venezuela persiste et signe», Le Monde Diplomatique, 18 de febrero de 2009.

4 EFE, «Rosales atribuye resultados del referendo a la represión», 17 de febrero de 2009; Agencia Bolivariana de Noticias, «Oposición no concreta en Contraloría denuncias mediáticas sobre ventajismo», 17 de febrero de 2009.

5 The Associated Press, «Grupo de Río felicita a Venezuela por referendo», 19 de febrero de 2009.

6 Nestor Ikeda, «Estados Unidos legitima el referendo chavista», The Associated Press, 18 de febrero de 2009.

7 Agence France Presse, «Oposición venezolana admite derrota pero llama a ‘seguir la lucha’», 15 de febrero de 2009.

8 Agencia Bolivariana de Noticias, «Esta victoria es de todos los pueblos de América Latina», 15 de febrero de 2009.

9 Salim Lamrani, «La nueva Venezuela del presidente Hugo Chávez», Le Monde Diplomatique, diciembre de 2008.

Enlace con el original : http://www.mondialisation.ca/index.php?context=va&aid=12454

Salim Lamrani es profesor encargado de cursos en la Universidad Paris Descartes y la Universidad Paris-Est Marne-la-Vallée y periodista francés, especialista de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos. Acaba de publicar Doble Moral. Cuba, la Unión Europea y los derechos humanos (Hondarriaba: Editorial Hiru, 2008).

Contacto: [email protected]

Disclaimer: The contents of this article are of sole responsibility of the author(s). The Centre for Research on Globalization will not be responsible for any inaccurate or incorrect statement in this article.