El horror de las prisiones secretas iraquíes

En Iraq reina el miedo y el terror. Desde 2003 al menos 380.000 mujeres, hombres y niños han sido arrancados brutalmente de sus hogares para ser encerrados en centros de detención y de tortura. Según la ONU, 50.000 personas siguen estando actualmente detenidas por las fuerzas de ocupación y sus aliados en Iraq. Pero esta cifra podría ser infinitamente mayor en un contexto de creciente odio étnico en el que las prisiones secretas son legión y las humillaciones y torturas una institución.

Mohammed Al-Dainy, parlamentario de Bagdad, es de padre sunní y de madre chií, sin embargo, se niega a definirse de otra manera que no sea por su pertenencia a Iraq. El 30 de octubre vino a Ginebra con el periodista Ali Wajeeh de la cadena de TV Al-Sharquiyya [1], para decir que es urgente enviar a alguien para que investigue en las numerosas prisiones iraquíes secretas.

Al-Dainy ha podido establecer la existencia de 426 centros de detención secretos y reunir gran cantidad de documentos, algunos de los cuales filmados. Desde 2006 ha visitado trece prisiones secretas. Existen muchas más: las 27 prisiones reconocidas por el gobierno iraquí y las prisiones secretas administradas por las fuerzas del Pentágono.

Ha aportado atestados de actas de torturas y de violaciones que prueban ejecuciones extrajudiciales y también certificados de defunción de los presos muertos bajo las torturas.

«Quienes solicitan visitar las prisiones secretas de las que tienen conocimiento no pueden hacerlo sin autorización del gobierno», explica Al-Dainy. «Esto también da a las autoridades tiempo para poder desplazar a los detenidos antes de nuestra visita. Nos enfrentamos constantemente a este problema. Ésa es la razón de que apelemos a una autoridad internacional que impone sus propias condiciones».

A la pregunta de cómo Al-Dainy ha conseguido reunir documentos «ultra-confidenciales» y rodar dentro de las prisiones, responde que se beneficia de su «estatuto de parlamentario» y que era su deber acudir a esos lugares en cuanto supo que existían. A veces ha podido beneficiarse de la desorganización reinante para entrar en las prisiones y rodar.

«En algunas celdas hemos llegado a contar 200 personas; en otras hasta 700. Están mezclados mujeres, ancianos, niños y hombres», explicó. «De los trece centros que he visitado, tres estaban bajo administración mixta estadounidense e iraquí. Se trata de Al Dial, Al Karmiya y Sahat Al Usur».

El periodista Ali Wajeeh, director de informativos de [la cadena de televisión] Al-Sharquiyya, evocó, por su parte, el asesinato de cuatro colegas hace dos semanas. Los secuestraron, torturaron y ejecutaron cuando preparaban una serie de programas a partir de los documentos y vídeos proporcionados por Al-Dayni. Desde 2003 han sido asesinados en Iraq 461 periodistas. Más de otros mil han abandonado el país.

¿Quiénes son los asesinos? En Iraq hay actualmente 160.000 mercenarios que utilizan sus armas contra los civiles. «Vinieron a Iraq diciendo que iban a proteger los derechos humanos. Pero fue pero el remedio que la enfermedad. Y la ONU no dice nada de ello».

Al-Dainy ha confiado muchos documentos a la ONG árabe Al-Karama. «Habrá que hacer una selección entre todos estos documentos», comenta su responsable Rachid Al-Mesli. «Y a continuación habría que ir sobre el terreno para contrastar toda la información, verificar la veracidad de cada documento. Nosotros no tenemos capacidad para llevar a cabo esta misión. Por ello es absolutamente necesario instaurar un tribunal internacional, como pide Al-Dainy, y nombrar una comisión para hacer este trabajo».

Los dos testigos iraquíes han hecho un llamamiento a Naciones Unidas para que abra una investigación internacional sobre el asesinato de dos diputados, nombre un relator especial para Iraq y establezca un Tribunal Internacional que juzgue urgentemente los crímenes más graves.

Hemos escuchado su desgarrador testimonio con un sentimiento de horror.

Esta entrevista se realizó durante la conferencia de prensa celebrada en el Club Suizo de Prensa el jueves 30 de octubre de 2008.

[1] Invitado por la ONG ALKARAMA for Human Rights. Véase :

http://en.alkarama.org/index.php?option=com_content&task=view&id=150&Itemid=1  

Enlace con el texto en francés: http://www.mondialisation.ca/index.php?context=va&aid=10877

Traducido del francés por Beatriz Morales Bastos, Rebelión.  


Articles by: Global Research

Disclaimer: The contents of this article are of sole responsibility of the author(s). The Centre for Research on Globalization will not be responsible for any inaccurate or incorrect statement in this article. The Centre of Research on Globalization grants permission to cross-post Global Research articles on community internet sites as long the source and copyright are acknowledged together with a hyperlink to the original Global Research article. For publication of Global Research articles in print or other forms including commercial internet sites, contact: [email protected]

www.globalresearch.ca contains copyrighted material the use of which has not always been specifically authorized by the copyright owner. We are making such material available to our readers under the provisions of "fair use" in an effort to advance a better understanding of political, economic and social issues. The material on this site is distributed without profit to those who have expressed a prior interest in receiving it for research and educational purposes. If you wish to use copyrighted material for purposes other than "fair use" you must request permission from the copyright owner.

For media inquiries: [email protected]